Modos de hacer en la consultoría filosófica

Varios filósofos prácticos han propuesto distintos modos de hacer dentro de la consultoría filosófica y aquí presentamos algunos de ellos.

Peter Raabe

Propone un plan de trabajo con los consultantes que busca en principio diferenciar los conceptos de “estilo” (referente a los modos de desenvolvimiento de los orientadores), de “técnica” (concerniente a ciertos procedimientos básicos que se pueden desarrollar) y “método” a quien define como el conjunto de estas técnicas como puede ser el diálogo socrático.

Así, desde esta diferenciación, lo que Raabe propone es un método al que podríamos llamar como “Método de Escenas” que combina diversas técnicas a aplicar. A partir de este modo de hacer se busca dar lugar al consultante para que exprese qué lo motivó a acercarse, pretendiendo no cargar al otro con las propias categorías. Luego se procederá a analizar las variables de lo propuesto (si tiene una solución efectiva o no), para una vez logrado esto, comenzar con el cuestionamiento de las ideas que sostienen el discurso del otro para así propiciar el pensamiento crítico.

Escena 1: Salir de la caverna. ESCUCHAR

Escena 2: Romper las cadenas. CAMBIO DE ÓPTICA

Escena 3: Hacia la luz. CAPTAR Y APRENDER

Escena 4: Viendo las ideas. AMPLIACIÓN

Ran Lahav

Si bien hoy desarrolla una actividad que va más allá de la consultoría (llamada “filosofía profunda”), formuló años atrás una metodología que consiste en cinco fases, la primera de las cuales, al igual que Raabe, se concentra en escuchar al otro, para continuar con un análisis desde categorías filosóficas, de forma tal de poder trascender la mirada inicial para que, por último, el consultante pueda apropiarse de las categorías abordadas y así tener una perspectiva existencial más global sobre sí mismo desde donde enfrentar al conflicto inicial.

1ª Fase: Escuchar el problema.

2ª Fase: Elevar la cuestión a sus dimensiones filosóficas.

3ª Fase: Elaboración filosófica de la cuestión.

4ª Fase: Relacionar la nueva forma de comprensión de la realidad con la vida y el problema explícito del consultante.

5ª Fase: Desarrollo de una respuesta personal al asunto inicial.

Lou Marinoff

En Más Platón y Menos Prozac (2009), Marinoff presenta PEACE como un método de abordaje de los conflictos de sus consultantes cuyo nombre tiene un sentido doble: por un lado presentar el objetivo a alcanzar (la paz interior) pero también constituye la sigla de cada uno de los pasos: Problema, Emoción, Análisis, Comprensión, Equilibrio. A diferencia de los otros dos métodos, Marinoff da un lugar mayor a las emociones ya que sostiene que una vez delimitado el problema, el consultante debe identificar las emociones que éste le suscita para luego poder canalizarlas.

Problema:

El primer paso es identificar el problema que el consultante dice manifestar.

Emoción:

Una vez delimitado el problema, el consultante debe identificar las emociones que éste le suscita.

Análisis:

Se requiere del análisis racional de la situación para comenzar a entrever la posible solución al problema movilizador.

Contemplación:

Aquí se invita al consultante a desarrollar una mirada más amplia y global sobre el asunto abordado.

Equilibrio:

Se busca alcanzar un estado de armonía y equilibrio ante la toma de la decisión que resuelva el conflicto.

Tim LeBon

El orientador inglés Tim LeBon propone en su libro Wise Therapy (2001) varias técnicas para ser aplicadas en de una consulta, a manera de “caja de herramientas” para el orientador filosófico. Entre ellas podemos destacar el método progress orientado hacia la toma de decisiones y el RSVP (Procedimiento de Valores Subjetivos Refinados, por su sigla en inglés) tendiente al análisis de los valores subjetivos que se ponen en juego a la hora de establecer prácticas personales. También es posible encontrar una esquematización respecto a cómo lograr que el pensamiento crítico sea aplicado al momento de tomar decisiones, basada en las razones que hacen que una razón sea buena para ser seguida.

Progress:

Paso 1: Comprensión de lo que está sucediendo. INTERPRETACIÓN.    

Paso 2: Comprensión de lo que sucede realmente. OBJETIVIDAD.

Paso 3: Crear alternativas en función de lo que sucede realmente.

Paso 4: Evaluar las alternativas. PENSAMIENTO CRÍTICO.

Paso 5: Desarrollar la mejor alternativa. PUESTA EN PRÁCTICA.

RSVP

Fase 1: Desarrollar valores candidatos.

Fase 2: Agrupar todos los valores.

Fase 3: Aceptación o negación de valores consignados.

Fase 4: Estructuración de los valores.

Fase 5: Puesta en práctica de valores elegidos.

Grupo ETOR (Educación, Tratamiento y Orientación Racional)

La metodología de trabajo propuesta por este grupo que desarrolló sus actividades en Sevilla en la primera década del presente siglo, se basa en dos principios éticos, el primero consistente en “trabajar-junto-con” y el segundo constituido por la noción de que el método en consultoría filosófica ha de ser fenomenológico y hermenéutico. Este método se dirige, principalmente, “hacia la desocultación de los “impositores desconocidos” que provocan el conflicto en las personas.

En cuanto a “trabajar-junto-con”, se desarrollan cuatro pautas de trabajo:

  1. Oír: apertura y atención al discurso del otro en tanto individuo especial y único.
  2. Escuchar: extraer las significaciones relevantes que se desprenden del discurso del otro.
  3. Tratar: buscar el “hacerse cargo de sí” mediante el proceso de desfundamentación y refundamentación de ideas, valores y significaciones que el otro porta.
  4. Derivar: establecer los límites de la O.F. en torno a patologías mentales que el otro pueda llegar a presentar.

A su vez, se pretende que la consultoría sea un espacio de acompañamiento filial que se establece en el marco de una línea sapiencial y está constituido por cuatro instancias:

El sosiego: generar un espacio tendiente hacia la serenidad del ser.

La espiritualidad del “otro”: entender y buscar satisfacer necesidades espirituales.

Cumplir encargos: propender hacia la autonomía del otro.

Transformarnos juntos: investigar las emociones.

Oscar Brenifier

También podemos mencionar aquí a Brenifier, aunque tal vez no exista un único método aplicado por su escuela, lo que no es obstáculo para señalar varias pautas que dan cuenta de cierto orden para llevar adelante la consulta. Desde aquí, uno de los objetivos a lograr dentro de la práctica es la generación de la auto-conciencia por parte del consultante. ¿Auto-conciencia de qué? De los propios conceptos e ideas que fundamentan nuestra manera de pensar, de tomar decisiones, de valorar el mundo que nos rodea. Si tuviésemos que resumir este modo de hacer para la consultoría filosófica podríamos estipular estos pasos:

  • Primera Etapa: identificación de la problemática. Clarificación.
  • Segunda etapa: relación de conceptos. Conceptualización
  • Tercera etapa: realización de mapa de pensamiento fundamentado en esa relación de conceptos.
  • Cuarta etapa: respuesta de la pregunta inicial. 
  • Quinta etapa: evaluación de la práctica (qué ha gustado, qué se ha aprendido, qué ha molestado).

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